Thursday, January 01, 2009

Feliz Año Nuevo 2009.

Bueno, bueno, aquí estamos otra vez, al principio del nuevo división temporal que todos denominamos "año". La verdad es que para mí no es differente que cualquier otro día, pero por lo menos, nos sirve como un mojón en nuestra vida para que podamos ver lo lejos que hemos caminado y cuánto más nos falta por alcanzar nuestras metas.

El 2008 me ha dejado una multitud de experiencia inolvidable, que me ha hecho sentir más mayor y mentalmente preparado que nunca.

Me dio las oportunidades de aprender, adaptarme y prestar más tiempo a mis pensamientos y razonamiento. Aprendí a organizar distintos aspectos de mi vida que siempre me exigían mucho más de lo que tenía para ofrecer. Siempre lo había creído imposible, pero al enfrentarme con varias situaciones exigentes e inevitables, logré hacer posible lo imposible. Y, por supuesto, de todo esto, me siento muy orgulloso.

Aparte de lo mencionado, hay un tesoro inestimable que el año pasado me ha regalado. No sé cómo y cuándo sucedió, pero, de repente, cuando crucé el fin del 2008 hacia este año me sentí un gran impulso de compartir todo lo mejor a mi familia y todos mis mejores amigos a los que había tenido suerte de conocer.

No es que nunca había tenido esta impresión antes, pero esta vez es mucho más fuerte que nunca. Al darle muchas vueltas en la cabeza, llegué a la conclusión de que quizá haya sido por los obstáculos difíciles a los que nunca habría podido sobrepasar sin los apoyos de mis seres queridos.

Dejé de pensar intensa y solamente en mi mismo y empecé a mirar, con mucho cariño y amor, hacia mis alrededores, a todos mis acompañantes del camino, tanto los que se encuentran físicamente cerca de mí como los que están al otro lado del mundo, y desearles un año de salud, paz, felicidades, amor, alegría y todo lo mejor que les servirá para seguir adelante y afrontar a cualquier futuros obstáculos que están por venir.

Mis queridos amigos, solo quiero deciros que estaré aquí para vosotros cuando os sentáis agotados y vencidos. No sé si podré ser de un gran apoyo, pero sé que desde ahora ya me toca a mí reciprocrar, devolviéndoos los apoyos que he recibido porque, indudablemente, los merecéis.

Feliz Año Nuevo 2009.